jueves, 30 de julio de 2009

103.3 Fórmula, En los tiempos de la radio, Óscar Mario Beteta

Transcribo textualmente lo que se dijo hoy ene se medio:

"Resumen de las columnas político-financieras que también es un servicios que nos pide el auditorio por si usted no alcanzo a escuchar todo lo que prepara para usted el Sr. De Anda de 7:15 a 7:45 de la mañana adelante Juan.

Gracias Oscar Mario bueno pues se comenta que el PRD decidió posponer la una semana la reunión en la que se haría la designación de su coordinador en la cámara de diputados, dicen que esta decisión es por estrategia porque primero quieren saber quiénes van a dirigir al PRI y al PAN pero lo cierto es que como siempre pues no logran ponerse de acuerdo.

Oscar Mario la aprensión de Raúl Ortiz alias el azúl integrante de las bandas de los rojos y responsable del secuestro y asesinato de Silvia Vagas Escalera pues también es uno de los temas que más se abordan hoy, bueno es que se comenta que cuando fue detenido dijo que no haría ninguna declaración hasta que estuviera en el reclusorio, pues tenía mucho que decir, comentan los analistas que ´por principio de cuentas, podría pues explicar quien se quedo con el dinero de rescate y también de parte de quien reciben protección.

Rafael acosta, mejor conocido como Juanito Oscar Mario también es tema de análisis y es que se dice que el jefe delegacional electo en Iztapalapa dice que si le deja el cargo a Clara Brugada, pero solo si esta le deja el 50% de las plazas de la demarcación y además las quiere por escrito.

Y por último Oscar Mario se comenta que son extraordinarios los resultados que en cascada está dando el titular de la secretaría de seguridad Pública Federal Genaro García Luna contra el crimen organizado, dicen los analistas que estos golpes serán decisivos, para recuperar pronto la seguridad, la tranquilidad y la paz de los mexicanos, extraordinaria labor del Ing. García Luna la verdad es que bueno está dando uno, uno y otro y otro golpe contra la delincuencia organizada."

jueves, 16 de julio de 2009

INTRODUCCIÓN

En materia de policía, en nuestro país conviven los extremos, tenemos lo más avanzado y lo más rezagado del mundo: elementos de élite con estudios de posgrado, entrenados en los mejores servicios de seguridad estadounidenses y europeos, por otro lado, elementos en total abandono con una formación primaria.

Ser policía en este país es difícil; esto parece obvio si se piensa que su trabajo es jugarse la vida combatiendo a los criminales. Pero no, no es esa parte lo que hace tan difícil ser un policía en México.

Si uno desea conocer en qué concepto se tiene a la policía en nuestro país, basta con hacer una pequeña encuesta entre amigos y familiares. "¿Te gustaría que tu hijo o hija fuera policía?" En la respuesta se engloba y se resume el gran reto que enfrentamos.

En otras naciones, ser policía representa para la familia un privilegio que con orgullo los hijos pregonan ante su comunidad y que, sin duda, les brinda un estatus por encima de otras profesiones.

En el caso de México, el prestigio de las corporaciones policiacas comenzó a decaer hace varias décadas, cuando les fueron encomendadas funciones de control social y político. La situación se agravó con la llegada de nuevas tecnologías, que fueron aprovechadas por la delincuencia mientras que las policías en México permanecieron estáticas e inmersas en la corrupción.

Sin herramientas reales rara combatir el crimen con una lógica operacional que aceptaba la corrupción como subsidio, el divorcio autoridad-sociedad fue la consecuencia natural. Ninguna policía en el mundo puede ser eficiente sin el cobijo social

Con una imagen deteriorada, sueldos bajos, nulas prestaciones y socialmente repudiadas, las policías se convirtieron en bolsas de trabajo para aquellas personas que no encontraban empleo. Estos agentes, en algunos casos con poco compromiso, bajo perfil, escasa preparación y en ocasiones dispuestos o predispuestos a cambiarse de bando, no constituyeron un freno real para la delincuencia, la cual fue ganando terreno.

Frente a un panorama nada atractivo como éste, el ciudadano compara con frecuencia el desempeño de policías exitosas en el mundo con nuestra policía. Sin embargo, nos queda claro que la respuesta no está afuera. La solución a nuestros problemas de inseguridad está en México y en nuestras manos.

PREÁMBULO

Sin lugar a dudas, el tema de la seguridad es el más importante para los mexicanos. Se trata de una cuestión no sólo de interés público sino de utilidad y consecuencias económicas y, por lo tanto, de beneficio político. La seguridad pública y la certidumbre jurídica constituyen la mayor demanda social, no luchar para lograrlas frenaría el desarrollo económico, social y del Estado.

Una sociedad saludable, con seguridad pública y certidumbre jurídica, es una sociedad con crecimiento de oportunidades de desarrollo tanto colectivo como individual, pero los vicios y las limitaciones en estas áreas se traducen en forma casi inmediata en decisiones que limitan o anulan el desarrollo económico, ya que se trata de los factores más sensibles a la preocupación de los contribuyentes e inversionistas que son -cualquiera que sea la teoría económica del Estado- los patrocinadores y promotores del desarrollo económico.

La lentitud en la respuesta a estas demandas afecta al Estado, independientemente de la tendencia política del mismo y de su gobierno. De ahí que la falta de solución oportuna a ambos problemas sea un pesado obstáculo para el progreso, tanto de países como de individuos.

En el Estado Mexicano actual, la sociedad está consciente de ese fenómeno y demanda en consecuencia una reforma estruc¬tural que garantice positivamente modificar la situación. Hace falta sustituir un ciclo vicioso, en el que la violencia lleva mucho tiempo superando los límites de tolerancia sociales, por un círculo virtuoso, en el que las acciones negativas de algunos de sus elementos se limiten, transformen, reduzcan su incidencia y por último se aniquilen gradualmente, con un consecuente efecto de beneficio. El trabajo que aquí se presenta aclara específicamente la serie de cambios necesarios para lograr esos objetivos con el enfoque exclusivo de la seguridad pública.

Dentro de los cambios sociales que han sido recientemente gestados -con la participación de representantes de los poderes del pacto federal y los más importantes promotores sociales-, se ha forjado el Acuerdo de Chapultepec, cuyos principales objetivos se pueden resumir en cinco puntos que abarcan los temas de más urgente interés de solución, respecto a:

1. Estado de derecho y la seguridad pública, el pacto propone consolidar un Estado democrático de derecho, que garantice libertades, derechos humanos y sociales, y seguridad física y jurídica.
2. Desarrollo con justicia, la misma alianza promoverá el desarrollo económico y el empleo, buscando lograr un crecimiento económico acelerado, sostenido y sustentable, con empleo y con políticas redistributivas.
3. Educación, atiende a formar y desarrollar capital humano y social, con más y mejores servicios de salud y educación.
4. Riqueza a generar o desarrollo de capital físico, busca acelerar la construcción de infraestructura y de vivienda.
5. Administración pública, pretende reformarla para hacerla más eficaz y transparente al servicio de los ciudadanos.
No es casual que el trabajo que aquí se presenta, además de que está enfocado muy específicamente a proponer "el cómo" resolver la parte más compleja de los puntos que se enuncian en el primer punto, conlleva a la integración y construcción sana de los otros cuatro puntos que presentan los cimientos para un crecimiento económico.

Adicionalmente, el 7 de marzo del 2006 se pidió de manera pública crear la Comisión Nacional de Infraestructura, dentro del mencionado Acuerdo de Chapultepec, y todo esto sucede dentro del marco de una economía en la que las autoridades responsables del rumbo de la nación pronosticaron un crecimiento global del 7% al 7.5% anual del PIB Y que se ha estancado realmente en valores cercanos al 3%. Si se busca la competitividad económica y comercial de México, con ese último valor se genera una pérdida de competitividad que crecerá rápidamente en forma exponencial ante aquellos países que han demostrado éxito económico en los últimos años. Es evidente que esto sucederá en un mundo globalizado en el que todos compiten por los mercados. De no reorientar la economía, la consecuencia a mediano y largo plazo será que la falta de competitividad del país se traducirá, obligadamente, en una pérdida de nivel en todos los sectores y núcleos sociales.

Al darse cuenta de esto, los dirigentes y técnicos más connotados del país, mismos que fueron invitados a sumarse al acuerdo que se menciona, analizaron las razones de ese posible demérito y determinaron que la falta de inversión oportuna en infraestructura es la causa primaria de este retroceso y de la pérdida de posiciones, pero la decisión de invertir en infraestructura en las naciones actuales es mixta, ya que conlleva decisiones tanto de gobiernos como de representantes sociales y hacer positiva esa decisión no será posible sin una garantía de seguridad social.

Así, los promotores del Acuerdo de Chapultepec detonaron la iniciativa de crear la Comisión Nacional de Infraestructura cuyas responsabilidades sociales serán las de estudiar los proyectos más importantes y buscar los fondos para los mismos. Ellos están entre los empresarios más exitosos a nivel mundial. Esto constituye la garantía de que las tareas que ahí se han propuesto llevarán a los resultados buscados. Esos promotores han tenido el mayor éxito en los últimos veinte años, medido en el crecimiento real de las empresas que se han propuesto realizar.

El autor del presente trabajo, uno de los especialistas con más preparación en el ámbito nacional, se ha ocupado de entender las raíces del problema de seguridad social y, mediante la aplicación del método científico, ha construido, como conclusión de esa tarea de observación, análisis y síntesis, una serie de propuestas para resolver este problema. Estas propuestas conforman la razón de ser del presente libro.

lunes, 13 de julio de 2009

PRÓLOGO

Tuve el honor de conocer a Genaro García Luna, autor de este libro, mientras fui asignado a la Oficina Legal de la Embajada de Estados Unidos en la Ciudad de México. Él era el Coordinador General de Inteligencia para la Prevención de la Policía Federal Preventiva. Inicialmente, una vez que tuve contacto con él y a raíz del efecto que me causó la impresión por la efectividad de su operación en la PFP, concluí que se trataba de uno de los ejecutivos de la policía más competentes que había conocido desde mi llegada a México. Más adelante, durante el trabajo en común, mi respeto por él creció y me di cuenta de que había descubierto a un gran líder.

De acuerdo con Max De Pree, autor del libro "El liderazgo es un arte", un verdadero líder es quien sirve a su organización. En una agencia de policía, dicho servicio debe enfocarse en los mejores intereses de la comunidad y, para que una agencia de policía sirva a su comunidad apropiadamente, su líder tiene que brindar una visión clara de lo que la agencia debe ser. Esto incluye una estrategia bien definida, que permita a los empleados alcanzar la visión del líder a partir de indicaciones y planes, cuidadosamente concebidos y comunicados, que permitan la participación de todos. El líder de la organización también debe proporcionar las herramientas y los equipos adecuados para que la gente de la organización logre sus metas con efectividad.

El sueño de García Luna de crear una agencia de policía moderna se convirtió en realidad cuando se le propuso dirigir la transformación de la Policía Judicial Federal, dependiente de la PGR, en una agencia federal de policía nueva. Aceptó el reto inmediatamente con la visión de crear una agencia capaz de servir a los ciudadanos mexicanos de la manera más profesional y con los valores éticos más elevados, al mismo tiempo que cuidara el respeto por los derechos humanos.

Con el fin de transmitir su visión al personal de la organización y cambiar una cultura histórica de corrupción, él se involucró personalmente en cada fase del desarrollo de la agencia, incluyendo detalles como la creación del logotipo de la AFI -en el que se echa mano del arte pictórico de la rica y orgullosa historia antigua de México-. Tendría que ser una agencia que vigilara y cuidara la seguridad de los ciudadanos del país las veinticuatro horas del día.

En numerosas ocasiones, vi a Genaro García Luna transformar su visión en dibujos, hechos en servilletas de restaurante, que mostraban con minucioso detalle la creación de la nueva agencia.

Esos dibujos resultaron en el desarrollo de una estructura organizacional que permitiría a los empleados cumplir con su misión de una manera más efectiva. También hizo posible que la agencia adquiriera e implementara una actualizada infraestructura de tecnologías de la información y hasta localizó un edificio -que había pertenecido a la IBM -ideal para una de las agencias de policía más modernas del mundo. Finalmente, esta agencia contó con la infraestructura necesaria para aplicar la inteligencia y combatir al crimen con herramientas estratégicas y tácticas, de manera que quedó colocada a la altura de las agencias de policía más modernas del mundo.

Jim Collins, en su libro "De bueno a grande", reportó los resultados de un estudio de cinco años sobre organizaciones que habían dado el salto a la grandeza, e identificó las características claves que poseían los líderes de dichas organizaciones. Estas mismas características las encontré en García Luna. La investigación de Collins determinó que los grandes líderes encarnan una paradójica mezcla de humildad y voluntad profesional Ciertamente, son ambiciosos, pero primero y antes que nada, son ambiciosos por la organización, no para ellos mismos. Este tipo de líderes muestra gran modestia y es fanáticamente proactivo, con una incurable necesidad de producir resultados significativos. Están resueltos a hacer lo que se requiera para engrandecer a la organización, sin importar qué tan ambiciosas o complejas sean las decisiones que haya que tomar. Muestran una diligencia competentemente ejecutiva y hacen más de los que se alcanza a ver, además de que miran afuera de ellos mismos, para atribuir el éxito a factores distintos a su propio mérito. Cuando las cosas no marchan bien, en cambio, se miran al espejo y asumen toda la responsabilidad.

Al leer este libro, nos damos cuenta de que su autor no se vanagloria por ninguna de las metas cumplidas relacionadas con la creación de la AFI. Tampoco lo hace con los extraordinarios resultados posteriores, a pesar de que mucha gente, incluyéndome a mí, lo colocaría como pieza clave en esta singular historia de éxito. De hecho, éste y numerosos eventos que he atestiguado, son prueba de que García Luna posee las características de un gran líder. Como resultado de su incansable esfuerzo, aunado al de su leal equipo de colaboradores, la AFI es una institución de la que todos y cada uno de los ciudadanos mexicanos pueden sentirse orgullosos, porque fue construida con el potencial para convertirse en una de las mejores agencias del mundo, destinadas a lograr que la ley se cumpla.

En conclusión, habiendo nacido en México y como oficial devoto del cumplimiento de la ley y servidor de la sociedad, me siento orgulloso de haber experimentado personalmente la creación de la AFI, y más aún por considerarme amigo cercano de Genaro García Luna, quien no debe ser calificado sólo como un gran visionario durante la creación de la agencia, sino que también debe ser reconocido por su gran liderazgo. Sin embargo, debemos darnos cuenta de que la AFI no ha alcanzado su potencial por completo y que todavía se requiere mucho trabajo. Así como ahora y en el futuro, a quien se le dé la oportunidad de servir como líder de esta agencia de procuración de justicia, debería aceptar con orgullo la encomienda y la responsabilidad de trabajar para su continuo desarrollo, y de salvaguardar su integridad como parte del esfuerzo por proteger mejor la seguridad de los ciudadanos de México.

RAÚL O. ROLDAN
Jefe de la División de Crimen Cibernético del FBI


En septiembre de 2001 recibí la noticia que más ha marcado mi vida y que más ha lastimado a mi familia: habían secuestrado a mi esposo. En el desconcierto, mi suegro acudió a la Procuraduría General de la República; llegaron agentes a platicamos las acciones que había que tomar para proteger la vida de Pedro y lograr su pronto regreso a casa.

Los días pasaban, la angustia aumentaba y finalmente fui presa de la desesperación, cuando empezamos a recibir escalonadamente los dedos de su mano. Exigimos hablar con el responsable de la investigación. Así fue que llegamos a un edificio deprimente ubicado en la calle Alva Ixtlaxóchitl; estaba -por decir lo menos- en ruinas. La esperanza en la institución en la que habíamos confiado la vida y libertad de mi esposo decrecieron ante esta imagen.

Nos recibió el ingeniero Genaro García Luna: un hombre singular, joven, impecable en su trato y educación. Lo primero que me pregunté, fue: "¿Cómo una persona con estas caracterís¬ticas, que transmitía seguridad y confianza podía ser el titular de una de las instituciones más desprestigiadas: la Policía Judicial Federal?"

Nos explicó ampliamente los detalles de la investigación. Nos pidió confianza y confiamos en él. Hoy, mi esposo está con nosotros. Gracias al trabajo de inteligencia de los agentes se pudo localizar la casa donde lo tenían secuestrado, se detuvo a los partícipes del delito que tanto daño, que tanta angustia, nos había provocado y se le rescató.

Así conocí al autor de este libro, a quien le tengo reconocimiento por el desempeño de su trabajo. Estoy segura de que su experiencia profesional, su inteligencia y su dedicación son los principales motivos de un cambio tan importante para la seguridad como lo es el nuevo modelo de investigación criminal: la AFI. Falta mucho por hacer, pero la transformación que en sólo 4 años se ha logrado en la policía de investigación a nivel federal ha sido motivo de reconocimientos nacionales e internacionales.

Para definir al ingeniero García Luna, utilizaría dos frases: un filósofo en materia de seguridad y un hombre de Estado. Como decía Comte-Sponville, filosofar es pensar por uno mismo. Él ha dedicado su vida a pensar sobre los sistemas de seguridad en el país, y con las bases de su capacitación nacional e internacional, ha logrado llevar a la práctica aquello que piensa. Estoy convencida de que cree que la justicia, si bien es parte del quehacer político en el sentido de que está a cargo del poder público, no debe politizarse; es decir, que la política no debe in¬fluenciar en el camino de la justicia por razones que no sean las de la ley y la verdad.

Antes de que yo formara parte de México Unido Contra la Delincuencia A.C. (MUCD), la AFI me abrió las puertas: empezamos a dar pláticas en las escuelas y organizamos visitas a las instalaciones de la Agencia para dar a conocer la transfor¬mación del sistema policiaco. El ingeniero García Luna siempre está abierto a las críticas, a las opiniones discordantes y a las propuestas para cambiar. Un don que pocos hombres de poder tienen es escuchar y debatir ideas como si no fueran parte del poder mismo. El autor tiene ese don yeso ha permitido que diversos sectores privados y sociales caminemos con él en el perfeccionamiento del proyecto.

Por esta colaboración he platicado quizá centenares de horas con él y nunca he observado una posición política en su actuación; siempre he visto en él una posición de Estado. Sus acciones y sus palabras están dirigidas a consolidar un proyecto, en el que cree profundamente, con la convicción de que es bueno para México.

El lector podrá apreciar en la obra tres partes bien definidas: la primera, una exposición del deterioro de la policía por muchos años de abandono; luego, un resumen de las experiencias personales del autor vividas desde 1989 como protagonista en los temas de seguridad en México; y la parte más importante, una visión hacia el futuro. Digo que es la parte más importante porque hace una síntesis de la filosofía y la historia de la seguridad en México para responder estas preguntas: ¿Qué hacer en el futuro? ¿Por qué 1,661 corporaciones policiales en el país son insuficientes para garantizar seguridad a los mexicanos? ¿Cómo enfrentar los nuevos retos en un México democrático y responder a la exigencia social de seguridad?

Las respuestas que da el libro no son, ni deben ser, las únicas. El futuro de la policía exige un amplio debate para encontrar entre todos las mejores soluciones.
Estoy segura de que la obra es una lectura obligada para todos los que pugnamos por una reforma integral a los sistemas de seguridad y justicia en un México que pide acuerdos y ya no admite demoras en estos temas.

Mis palabras finales son para Genaro: lo trascendente es que has dado el primer paso abriendo una puerta de confianza a los ciudadanos. Ya no eres sólo una autoridad, para nosotros eres un gran amigo.

MARÍA ELENA MORERA DE GALINDO
Presidenta de México Unido Contra la Delincuencia A.C.

PRESENTACIÓN

Porqué 1,661 corporaciones de policía no bastan!

Pasado, Presente y Futuro de la Policía en México

POR GENARO GARCÍA LUNA


PRESENTACIÓN

El titular de la Agencia Federal de Investigación (AFI) hace un interesante y ameno recorrido por el pasado, presente y lo que podría ser el futuro de la policía en México. Desde el título, el libro de Genaro García Luna invita a la reflexión: Contra el crimen: ¿por qué 1,661 corporaciones de policía no bastan?

Obtuvo parte de su formación y especialización en agencias de seguridad e inteligencia de Estados Unidos de América, España, Israel, Francia, Colombia y Japón. Comenzó como in­vestigador de campo, analista y su último cargo en el CISEN fue Subdirector de Contrainteligencia. Cuando fue creada la Policía Federal Preventiva, García Luna fue designado Coordinador de Inteligencia para la Prevención; dos años después fue nombrado Director General de Planeación y Operación de la Policía Ju­dicial Federal con la encomienda de sustituirla por un nuevo modelo de policía, y como resultado de esto, fundó la Agencia Federal de Investigación, AFI.

Este libro inicia con un breve recorrido histórico desde la época prehispánica hasta la Revolución Mexicana y analiza la evo­lución de la policía durante el siglo XX, así como las causas del rezago y la corrupción que se dieron en ella.

Continúa con un breve repaso por el CISEN, donde él y un grupo de jóvenes recién egresados de la universidad entran al mundo de la seguridad nacional, reciben capacitación en el extranjero y en poco tiempo la situación del país los obliga a en­frentar a sanguinarios criminales. También presenta un retrato de la Policía Judicial Federal.

Desde las entrañas del combate al crimen y de la lucha de intereses, este libro revela una cruda realidad de la policía en el país: 1,661 corporaciones dispersas, desarticuladas y con marcos jurídicos distintos constituyen el paraíso de todo criminal.

No es un tratado académico, es el resultado del conoci­miento y experiencia adquirido en 17 años de servicio en las áreas de seguridad e inteligencia que comparte con la sociedad para sumar elementos en el análisis de la materia.

En estas páginas conviven la teoría y la realidad, se mezcla la frialdad de las estadísticas con las vivencias de un hombre convencido de que es posible recuperar la seguridad en este país, no sólo porque lo haya dicho, sino porque toda su vida ha traba­jado para lograrlo.

En suma, es un libro para aquellos que no han perdido la esperanza de arrebatarle las calles a la delincuencia y también para los que la han perdido.

Porqué 1,661 corporaciones de policía no bastan!

Voy a iniciar la transcripción en este espacio del libro "Porqué 1,661 corporaciones de policía no bastan!" escrito por Genaro García Luna el año de 2006. En este libro podrán notar la clara visión que tenía y tiene de la problematica y de como esta dando todos y cada uno de los pasos que en su momento envisionó eran necesarios para sacar adelante al país librandolo de la opresión de los grupos de delincuentes que lo han tenido secuestrado por decadas. Por la longitud del libro, estará separado en varios capitulos que son los siguientes:
PRESENTACIÓN
PRÓLOGO
PREÁMBULO

INTRODUCCIÓN

CAPÍTULO 1: ALGO DE HISTORIA

Los orígenes de la policía

La herencia porfirista

El modelo de policía revolucionario

Los años de la posrevolución

CAPÍTULO 11: EL AGOTAMIENTO DEL VIEJO MODELO POLICIACO

De la delincuencia común al crimen organizado

Infiltración del crimen en las policías

CAPÍTULO III: EL CISEN y EL ORIGEN DE UN NUEVO MODELO

El comienzo

CAPÍTULO IV: NACE LA PFP

CAPÍTULO V: EL OCASO DE LA POLICÍA JUDICIAL FEDERAL

Dirección General de Planeación y Operación de la Policía Judicial Federal

CAPÍTULO VI: NACE UN NUEVO MODELO DE POLICÍA

El cambio: fondo y forma

Estrategias para el cambio

El inicio del cambio

Principios básicos de la nueva organización policial

La AFI, un referente en el presente y para el futuro

Misión

Visión

Operación

Recursos materiales: partiendo de cero

AFInet integrador

Se empieza por casa: contra la corrupción interna

Servicio de Carrera en Procuración de Justicia Federal

Resultados

Unidad Modelo de Investigación Policial

CAPÍTULO VII CONTRA EL CRIMEN: ¿POR QUÉ 1,661 CORPORACIONES DE POLICÍA NO BASTAN?

Incidencia delictiva

Percepción de inseguridad e incidencia delictiva

Presupuesto de Egresos de la Federación en seguridad pública por año (ramo 36)

Organización de la policía en México

CAPÍTULO VIII MODELOS DE SEGURIDAD

El siguiente paso: posibilidades de reestructuración

Instrumentación de los modelos

Policía Unificada Nacional

Policías por agencias con atribuciones integrales

Policía Unificada Federal, Cuerpo Federal de Policía (CFP)

Entidades federativas y municipios

Visión integral de seguridad pública y procuración de justicia

Sociedad

Participación de las fuerzas armadas

Relación Ministerio Público-policía

Control de la logística criminal

Seguridad privada

CONCLUSIÓN

AGRADECIMIENTOS

BIBLIOGRAFÍA

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