martes, 9 de junio de 2009

Que dice la Ex presidente de Mexico Unido contra la Delincuencia?

Tomado del libro "Porque 1,661 corporaciones de policía No Bastan?" de Genaro García Luna sin su permiso, pero él sabra perdonar. Es por la buena causa de que la gente SEPA.


En septiembre de 2001 recibí la noticia que más ha marcado mi vida y que más ha lastimado a mi familia: habían se­cuestrado a mi esposo. En el desconcierto, mi suegro acudió a la Procuraduría General de la República; llegaron agentes a plati­camos las acciones que había que tomar para proteger la vida de Pedro y lograr su pronto regreso a casa.

Los días pasaban, la angustia aumentaba y finalmente fui presa de la desesperación, cuando empezamos a recibir es­calonadamente los dedos de su mano. Exigimos hablar con el responsable de la investigación. Así fue que llegamos a un edificio deprimente ubicado en la calle Alva Ixtlaxóchitl; estaba -por de­cir lo menos- en ruinas. La esperanza en la institución en la que habíamos confiado la vida y libertad de mi esposo decrecieron ante esta imagen.

Nos recibió el ingeniero Genaro García Luna: un hombre singular, joven, impecable en su trato y educación. Lo primero que me pregunté, fue: "¿Cómo una persona con estas caracterís­ticas, que transmitía seguridad y confianza podía ser el titular de una de las instituciones más desprestigiadas: la Policía Judicial Federal?"

Nos explicó ampliamente los detalles de la investigación. Nos pidió confianza y confiamos en él. Hoy, mi esposo está con nosotros. Gracias al trabajo de inteligencia de los agentes se pudo localizar la casa donde lo tenían secuestrado, se detuvo a los partícipes del delito que tanto daño, que tanta angustia, nos había provocado y se le rescató.

Así conocí al autor de este libro, a quien le tengo reconoci­miento por el desempeño de su trabajo. Estoy segura de que su experiencia profesional, su inteligencia y su dedicación son los principales motivos de un cambio tan importante para la segu­ridad como lo es el nuevo modelo de investigación criminal: la AFI. Falta mucho por hacer, pero la transformación que en sólo 4 años se ha logrado en la policía de investigación a nivel federal ha sido motivo de reconocimientos nacionales e internacionales.

Para definir al ingeniero García Luna, utilizaría dos frases: un filósofo en materia de seguridad y un hombre de Estado. Como decía Comte-Sponville, filosofar es pensar por uno mismo. Él ha dedicado su vida a pensar sobre los sistemas de seguridad en el país, y con las bases de su capacitación nacional e internacional, ha logrado llevar a la práctica aquello que piensa. Estoy convencida de que cree que la justicia, si bien es parte del quehacer político en el sentido de que está a cargo del poder público, no debe politizarse; es decir, que la política no debe in­fluenciar en el camino de la justicia por razones que no sean las de la ley y la verdad.

Antes de que yo formara parte de México Unido Contra la Delincuencia A.C. (MUCD), la AFI me abrió las puertas: em­pezamos a dar pláticas en las escuelas y organizamos visitas a las instalaciones de la Agencia para dar a conocer la transfor­mación del sistema policiaco. El ingeniero García Luna siempre está abierto a las críticas, a las opiniones discordantes y a las propuestas para cambiar. Un don que pocos hombres de poder tienen es escuchar y debatir ideas como si no fueran parte del poder mismo. El autor tiene ese don yeso ha permitido que diversos sectores privados y sociales caminemos con él en el perfeccionamiento del proyecto.

Por esta colaboración he platicado quizá centenares de horas con él y nunca he observado una posición política en su actuación; siempre he visto en él una posición de Estado. Sus acciones y sus palabras están dirigidas a consolidar un proyecto, en el que cree profundamente, con la convicción de que es bueno para México.

El lector podrá apreciar en la obra tres partes bien definidas: la primera, una exposición del deterioro de la policía por mu­chos años de abandono; luego, un resumen de las experiencias personales del autor vividas desde 1989 como protagonista en los temas de seguridad en México; y la parte más importante, una visión hacia el futuro. Digo que es la parte más importante porque hace una síntesis de la filosofía y la historia de la segu­ridad en México para responder estas preguntas: ¿Qué hacer en el futuro? ¿Por qué 1,661 corporaciones policiales en el país son insuficientes para garantizar seguridad a los mexicanos? ¿Cómo enfrentar los nuevos retos en un México democrático y responder a la exigencia social de seguridad?

Las respuestas que da el libro no son, ni deben ser, las únicas. El futuro de la policía exige un amplio debate para en­contrar entre todos las mejores soluciones.
Estoy segura de que la obra es una lectura obligada para todos los que pugnamos por una reforma integral a los sistemas de seguridad y justicia en un México que pide acuerdos y ya no admite demoras en estos temas.

Mis palabras finales son para Genaro: lo trascendente es que has dado el primer paso abriendo una puerta de confianza a los ciudadanos. Ya no eres sólo una autoridad, para nosotros eres un gran amigo.
MARÍA ELENA MORERA DE GALINDO Presidenta de México Unido Contra la Delincuencia A.C.

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